El Día Mundial del Riñón es una campaña que busca sensibilizar a personas en todo el mundo, respecto a la importancia y el cuidado de los riñones. Es una iniciativa creada por la Sociedad Internacional de Nefrología (SIN) y la International Federation of Kidney Foundations (IFKF). Se realiza año a año desde el 2006, enfocándose cada vez en un nuevo tema de alta relevancia. Este 2017 la campaña se enfoca en establecer la asociación entre la obesidad y la enfermedad renal como un importante factor de riesgo. De este modo se busca crear consciencia del impacto que el estilo de vida tiene en nuestra salud.
Enfermedad renal
Las enfermedades renales son frecuentes y pueden ser tanto agudas como crónicas. Según lo planteado por la Comisión del Día Mundial del Riñón, una de cada diez personas posee algún tipo de enfermedad renal, variando su causa y gravedad. El Dr. Víctor Zárate, director de la carrera de Medicina de la Universidad San Sebastián, explica que estas enfermedades pueden generarse por infecciones, eventos traumáticos, fallas inmunológicas, malformaciones congénitas y abuso de medicamentos, entre otras causas.
Destaca la importancia de la enfermedad renal crónica, debido al impacto que genera en la salud y calidad de vida de los pacientes. Se trata, a grandes rasgos, de una insuficiencia por parte de los riñones para cumplir su función, que puede progresar paulatinamente y ser parcial o total. “La función principal de los riñones es remover los desechos que se encuentran en la sangre, así como el exceso de sal y agua. En aquellas personas que presentan una etapa crónica de la enfermedad, los riñones pierden lentamente la habilidad de filtrar la sangre y esto puede culminar con una falla renal donde estos órganos dejan de funcionar de forma completa. Por eso es tan importante tomar las medidas necesarias para que, una vez diagnosticado el problema, se evite que éste siga empeorando”, explica el Dr. Víctor Zárate.
En cuanto a sus formas de tratamiento, el Dr. Zárate cuenta que hay variados tratamientos efectivos, tanto para etapas iniciales, como en casos de falla extremos. En esta última etapa resaltan tratamientos como la hemodiálisis y el trasplante de riñones.
Factores de riesgo
La insuficiencia renal es una enfermedad silenciosa, ya que manifiesta sus síntomas cuando ya está avanzada. Es por esto que, como medida de detección temprana, es altamente recomendado realizar chequeos médicos periódicos en personas sanas. Sus principales factores de riesgo son la hipertensión arterial y la diabetes, los antecedentes de enfermedades inmunológicas y el consumo prolongado de antiinflamatorios no esteroidales, entre otros.
Obesidad y enfermedad renal
La obesidad es un factor predisponente a generar enfermedades crónicas, como la diabetes e hipertensión, por lo cual es también un importante factor de riesgo de enfermedad renal crónica. Según plantea la Comisión del Día Mundial del Riñón, en los sujetos obesos las demandas metabólicas son más altas, por lo que los riñones deben aumentar su trabajo, filtrando más sangre de lo normal. Este nivel elevado de funcionamiento de los riñones podría llevar a largo plazo a una falla.
Cómo cuidar nuestros riñones
El Dr. Víctor Zárate entrega algunas medidas de precaución para prevenir estas patologías, las cuales apuntan a cambios en el estilo de vida.
- Tomar controles periódicos de presión arterial y medicamentos si así lo ha indicado su médico tratante.
- Mantener los niveles de glicemia controlados, si es que posee diagnóstico médico de diabetes.
- Llevar una dieta con alimentación saludable en el hogar y los colegios, para mantener un peso ideal.
- Evitar medicamentos como anti-inflamatorios no esteroidales, sobre todo por periodos prolongados y/o sin indicación médica.
- Controlar el consumo de alcohol.
- Promover la actividad física frecuente en el hogar y los colegios (30 minutos por día, 5 días a la semana).