Características de la hipertensión en niños, jóvenes y adultos

Esta enfermedad hereditaria puede afectar desde niños a adultos. Por ello, la prevención y un diagnóstico temprano son esencial.

La hipertensión arterial (HTA) es una enfermedad silenciosa, que daña diversas estructuras con el correr de los años: corazón, vasos sanguíneos y riñones, por nombrar algunas. Por otro lado, favorece el depósito de colesterol en las paredes de las arterias, contribuyendo a la aterosclerosis, enfermedad que ocasiona un deterioro progresivo de estas vías y reducción del flujo sanguíneo.

Hipertensión en niños y adolescentes

Los niños hijos de papás hipertensos tienen entre el 33% (si es sólo uno de los progenitores) al 50% (cuando son ambos) de probabilidades de desarrollar esta enfermedad, y un diagnóstico temprano es primordial para aplicar medidas de prevención anticipadamente.

Por lo anterior, es importante el manejo que realice la familia en cuanto a mantener hábitos saludables. El Dr. Hernán Chamorro, cardiólogo de la Clínica Santa María, destaca en este sentido que “los hijos de hipertensos deben tomar precauciones desde niños: actividad física, mantener un peso adecuado y evitar consumo de exceso de sal. Es aquí donde fallamos como país”.

Un estudio de la Universidad de Chile realizado en 2014, indicó que el 30% de las horas fijadas para la Educación Física en colegios, se suspenden. Un dato que el Dr. Hernán Chamorro lamenta, sobre todo si a ello sumamos un mayor consumo de comida chatarra y el aumento en la tasa de fumadores jóvenes. “Los hijos de hipertensos no pueden tener sobrepeso, ser sedentarios y menos aún fumar”, advierte el especialista.

La prevención y manejo de la HTA en pacientes con factores de riesgo, es posible con ciertos cambios en el estilo de vida:

  • Dieta: la obesidad está relacionada con HTA, especialmente en adolescentes. La situación se revierte al bajar de peso y realizar ejercicio físico aeróbico, al menos tres veces por semana.
  • Sodio: la exposición a dietas altas en sodio en la niñez lleva a cifras más elevadas de presión arterial, que persisten elevadas aunque se elimine la sal de la dieta.
  • Potasio: ayuda a bajar la presión arterial.

Rescatable en este sentido es que desde hace algunos años los pediatras cuentan con una tabla que establece los rangos de presión arterial en relación a edad, género, talla y peso del niño. De esa forma, se pueden detectar casos graves de HTA asintomática.

Hipertensión en adultos

El diagnóstico en adultos ocurre generalmente al consultar por otros síntomas frecuentes, como cefalea. Otros, la descubren porque desarrollan un infarto “al taparse una arteria por aterosclerosis, o porque se les rompe una arteria, que si está en el cerebro (derrame cerebral) ocasiona que el paciente quede en silla de ruedas”, explica el cardiólogo.

En este grupo, es primordial medir la presión arterial y consultar al médico cuando se encuentra por sobre los límites normales (120/80 mm Hg). En ocasiones, basta con modificar hábitos alimenticios y mantener una rutina de ejercicios para controlar la tensión arterial, pero una vez que estas medidas no son suficientes, “generalmente post menopausia en la mujer y después de los 50 años en los hombres, debe iniciarse el tratamiento médico con fármacos, el cual debe acompañar al paciente toda la vida”, señala el Dr. Hernán Chamorro.

“Debemos buscar el tratamiento más simple posible, en una sola píldora, además de tratar los otros factores de riesgo cardiovascular como diabetes, colesterol alto, obesidad”, recalca el doctor.

Se estima que en Chile más del 70% de los mayores de 65 años son hipertensos, lo que la hace una de las patologías crónicas más prevalentes en la población general. En este grupo etáreo es importante evitar que el avance de la enfermedad afecte otros órganos y, sobre todo, que no aumente el riesgo cardiovascular del paciente.

La importancia de la familia

Lo aconsejable es que la familia como conjunto adopte cambios de estilos de vida, para facilitar que el paciente con HTA o predisposición a ella, adquiera y mantenga rutinas saludables. Del mismo modo, permite prevenir o retardar la manifestación de la enfermedad en los miembros de la familia que también estén en riesgo.

Los pacientes adultos, por su parte, pueden contribuir al tratamiento tomando los medicamentos prescritos y vigilando su salud, evitando hábitos perniciosos como fumar y beber alcohol en exceso.

Te invitamos a cuidarte y ser responsable con tu salud, comenzando desde ya a cambiar esas prácticas poco saludables que van en desmedro de tu calidad de vida.